Regina Silveira: Entre Luz y Sombras
Regina Silveira: Sombra Luminosa, es una interesante exposición que muestra desde otra perspectiva el juego entre luz y sombra, logrando recrear una atmósfera absolutamente mágica entre objetos cuyas sombras no son precisamente las que se esperarían ver desde nuestra lógica formal de pensamiento, sino desde otra lógica que nos sumerge en un universo de sombras imaginadas, a partir del movimiento de la luz entre distintos ángulos, en donde quizá los objetos tratan de comunicar algo a partir de sus luces y sombras, y en algunos casos, del movimiento que proyectan y de la música que acompaña ese movimiento. No sé si realmente este sea el sentido construido por la artista, pero esto fue lo que me transmitió. Lamentablemente no pude entrar a la conferencia en la que esta artista brasileña de amplio recorrido profesional, expone la perspectiva que fundamenta su obra, lo cual es una verdadera lástima, porque siempre es indispensable conocer aquello que el artista quiere trasmitir a través del profundo lenguaje simbólico que encierran las artes plásticas.
Este trabajo circunscribe la paradoja, la ilusión, los vastos laberintos de la creatividad, la inquietante posibilidad de distorsionar la perspectiva; al encuentro con varios escenarios, como un cubo cuya sombra es un sartal de ramificaciones que se expanden en el espacio, un bombillo que no proyecta luz sino sombra, y con otra cantidad de siluetas, formas, espacios y espectros lumínicos que te muestran otra perspectiva del espacio, del aire y por supuesto, de los objetos.
Al final, luego de haber recorrido el lugar y de pensar en torno a lo que vi, me queda la sensación alegórica de que también estamos hechos de luces y sombras que se despliegan en un amplio espectro luminoso, en donde imperan unas tonalidades sobre otras, y cuyos reflejos y huellas alcanzan los innumerables recovecos del laberinto de sombras de nuestro ser, en ocasiones iluminándolos, en otras distorsionándolos, a veces dándoles forma, a otros olvidándolos, en ocasiones reconociéndolos, o muchas veces proyectando sombras distintas al objeto o en ausencia de él; todo en medio de una danza intrincada y turbulenta que no se cansa de agitarnos el pensamiento y las emociones.